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MALOS HÁBITOS:  5to. enemigo del éxito

Por: Dora Ortiz de Olivas/Terapeuta Familiar/Conferencista

Tropiezos para el éxito, energía debilitada y dificultad para enfocarse es a lo que yo llamo: “Una vida de malos hábitos

 

Los cuales, tienen consecuencias negativas tales como una mala calidad de vida, crea insatisfacciones en diversos aspectos emocionales también. Varios de los considerados malos hábitos traen daños irreparables y en otros casos son difíciles de eliminar y conducen a caer en vicios o adicciones e inclusive la muerte.

Como ves, los malos hábitos no te permiten caminar hacia el cumplimiento de tu propósito de vida. No te hacen sentir como una persona exitosa ya que el propósito de vida tiene que ver con caminar diariamente encontrándole sentido a lo que hacemos provocando un impacto positivo en otras personas. Un mal hábito provoca un impacto negativo no solo en otras personas sino en ti misma.

¿Qué tengo que hacer para vivir exitosamente?

¡Aléjate de los malos hábitos!

Te comparto algunos ejemplos de malos hábitos: Estos van desde la distracción, rodearse de personas equivocadas; enfocarse en lo negativo; no escuchar a los demás; caer en la pereza y hasta, hacer bombitas al masticar chicle.    

 

Todo mal hábito (hábito tóxico) nace de una buena razón: “Quiero sentir placer y ser feliz”. Te platico un poco de cómo se forma un habito.

 

Consta de 3 elementos:

Señal. ¡Yo necesito eso!, decimos.

Rutina. Lo compramos, acumulamos o practicamos.

Recompensa. Me da placer.

Lo importante es cambiar la señal y la rutina, pero no la recompensa. Es decir, analizar si realmente yo “necesito eso” o no, si sólo es un capricho. La decisión de comprarlo, acumular o practicarlo dependerá de lo primero, de mi señal. Pero todo con la finalidad de sentir placer, sentirnos felices, estar alegres, contentas, sin afectar a otros.

Yo puedo hacer otra cosa que me dé el mismo placer.

Un drogadicto, por ejemplo, siente felicidad, placer con la droga, aunque sea momentánea, pero, puede sentirla también sin ella con otros motivadores: Un abrazo, una palabra de afirmación, pasar tiempo de calidad con un ser amado, cantando, bailando, practicando un deporte, etc.

Tu cerebro siempre busca evitar el dolor y obtener el placer. Le duele hacer una dieta y le place comerse una dona. Por eso es que, no tiene la paciencia de ir trabajando poco a poco, paso a paso caminando en el éxito. No quiere esperar para lograr metas, las quiere “ahora”.

Ejemplos más comunes de malos hábitos:

Caminar cabisbajos (sin ganas, hombros caidos y arrastrando los pies).

 

Nuestro cerebro se retroalimenta constantemente de las sensaciones que recibe a través del cuerpo. Esto significa que las posturas y los gestos que hacemos sirven como indicadores de cómo nos sentimos y pueden reforzar un estado de ánimo. Su humor empeora. El problema es que esta forma de caminar se relaciona con la desesperanza y la depresión, por lo que activa recuerdos negativos y preocupaciones. Cuando caminamos más erguidos y moviendo más los brazos, nuestro estado de ánimo mejora casi instantáneamente. 

Dejar todo para después (Procrastinar).

No hay nada más agotador que el peso de las tareas incompletas. Estar recordando una y otra, y otra vez, lo que debía hacer y no lo hice simplemente es desgastante. Esto aumenta el estrés, nos deprime y nos pone ansiosas debilitando nuestro sistema inmune y dando pie a una gran cantidad de enfermedades.

No pasar tiempo a solas. 

 

Pasar tiempo de calidad con los amigos y la familia es importante; el contacto cara a cara es fundamental para prevenir la depresión y ser más felices. Sin embargo, no encontrar tiempo para uno mismo, también puede pasarnos una elevada factura emocional. Pasar tiempo con uno mismo es profundamente liberador y le hace mucho bien a nuestro equilibrio emocional. Orar, cerrada la puerta, es un encuentro con nosotras mismas y con nuestro diseñador.

Estar pendiente continuamente del celular. 

¿Cuándo fue la última vez que estuviste todo un día sin el celular? Si no lo recuerdas, es una mala señal. Estar pendiente continuamente del móvil genera una gran dosis de tensión y estrés, aunque no siempre somos conscientes de ello. De hecho, las llamadas y mensajes entrantes terminan provocando una sobre-estimulación que afecta nuestra atención y memoria. Mientras más tiempo pasamos usando el móvil, mayores serán las probabilidades de sufrir depresión y una vez deprimida es seguro que se aumentará el tiempo de uso del móvil.

Muchas tareas a la vez. 

 

Todos, en algún momento, hemos sido culpables del pecado de la multi-tarea. Sin embargo, cuando hacemos de ésta un hábito, podemos auto-sabotearnos. Una investigación realizada en la Universidad de California midió la frecuencia cardíaca de los trabajadores mientras trabajaban tranquilamente o cuando eran interrumpidos por correos y llamadas que les obligaban a estar permanentemente alertas. Se pudo apreciar que la multi-tarea disparaba el estrés y el ritmo cardíaco, lo cual puede tener severas consecuencias para nuestra salud a largo plazo.

Pensar en lo negativo y discutir por todo.

 

Hay personas que se enfadan por todo, que siempre están dispuestas a atacar y tienen la queja pronta. Personas negativas, su frase más común es: “Lo único malo fue…”. Estas personas “siempre ven el punto negro o la mosca en la sopa”. Nuestro diseñador nos anima a pensar en todo lo bueno, ya que al ser humano no se le da eso tan fácilmente. Necesitamos practicarlo constantemente.

7 Consejos prácticos para corregir los malos hábitos más comunes:

 

  1. Camina con seguridad, con ánimo, con brazos erguidos, ¡Con ganas!
  2. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, ¡Prioriza!
  3. Agenda una cita diaria contigo misma, unos minutos marcarán la diferencia. Platica con tu diseñador, él te conoce mejor que nadie.
  4. Practica el “Descanso electrónico” una vez a la semana o al menos medio día, descansa tú y deja descansar también a tu celular, a ambos les hará mucho bien. Tus ojos, tu cerebro y tu familia te lo agradecerán.
  5. Haz sólo una cosa a la vez, y pon toda tu atención en esa actividad hasta pasar a la siguiente. ¡Te sorprenderán los resultados!
  6. Enfócate en lo positivo, en lo bueno.
  7. Ríe más y aprende a enfrentar los problemas con sentido del humor. 
  8.  

La razón por la cual nos saboteamos, postergamos, nos estresamos, pensamos negativo etc. es porque nuestro cerebro está evitando el dolor del nuevo hábito que quieres lograr. La mente quiere quedarse donde está porque eso le produce placer. No temas enfrentar el dolor para adquirir un buen hábito.

 

“Naciste para cumplir un propósito y mientras tu diseñador no te deseche, tu sigues siendo útil así que, tal propósito se cumplirá”


(Dora Ortiz)

 

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  • Dora Ortiz de Olivas
  • Terapeuta Familiar/Conferencista
  • Locutora del programa radial “Mujer con Propósito”
  • Co-Fundadora de “Enfocando Vidas”
  • dortiz@proposito.net

 

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