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Por Ser Saludable

¡Actívate en la oficina!

El realizar actividad física en la oficina trae consigo una serie de beneficios y aumenta la productividad, ya que se evita tener una vida sedentaria.

Son muchas las ventajas del ejercicio en la oficina,  desde el punto de vista físico ayuda a sentirse mejor, más cómodos y a evitar contracturas, además, genera bienestar y contribuye a desarrollar más resistencia al estrés, aumentando la productividad.

Con el paso del tiempo, los músculos y las articulaciones se empiezan a contraer, por lo que aparecen padecimientos como: dolor de espalda, fatiga visual, agotamiento, cansancio y obesidad, causados por la falta de movilidad.

Las condiciones en una oficina, tales como la falta de movilidad sin poder ir al baño o tomar café, teléfonos que suenan, mails que llegan, la exigencia de los jefes, el estrés, las tensiones y responsabilidades, provocan que poco a poco se desgaste la salud.

Para evitar esta situación, la principal recomendación es realizar cualquier tipo de actividad en la cual una persona se levante de la silla y mueva el cuerpo para descontracturarlo, lo que estimula la circulación y devuelve la vitalidad.

Además, se deben diseñar ambientes laborales enfocados a disminuir los riesgos de la movilidad restringida, las posturas inadecuadas, la mala iluminación y los ruidos.

La finalidad es favorecer la relajación, la meditación y los cambios de postura, principalmente en las personas que se encuentran sometidas a realizar tareas de repetición constante durante horas.

Consejos prácticos:

• Evitar atender el teléfono sosteniéndolo con la cabeza, en caso de que sea estrictamente necesario, tomar una llamada de cada lado, es decir, cambiar de oído.
• Mover el monitor de lugar para evitar que la vista, la cabeza y el cuello, se dirijan siempre al mismo lugar.
• Levantarse a cada rato y caminar al menos 10 metros, preferiblemente realizando movimientos circulares de los brazos.
• Sentarse cerca del escritorio, con la espalda derecha, completamente apoyada en el respaldo de la silla y justo frente a la pantalla de la computadora.
• Los pies deben estar apoyados en el piso o en una superficie adecuada.
• Procurar que se forme entre el muslo y la pierna, aunque también entre el brazo y antebrazo, un ángulo de 90 grados.
• Ubicar el teclado de la computadora no al borde del escritorio, sino a unos 15 centímetros para poder apoyar la muñeca.

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