Los frutos secos son un producto típico de la dieta mediterránea que podemos emplear en todo tipo de recetas, como ingrediente principal o como guarnición.
El otoño es tiempo de frutos secos: castañas, nueces, piñones… Es la época ideal para consumir este tipo de productos, aunque también lo podemos hacer el resto del año.
Los frutos secos están considerados como una fuente importante de energía, por lo que no tienen mucha aceptación entre quienes siguen dietas de adelgazamiento. Sin embargo, al ser alimentos ricos en proteínas, fibra, minerales, vitaminas E y C (antioxidantes) y al contener un elevado aporte de grasas insaturadas (que ayudan a reducir el nivel de colesterol malo), se convierten en productos altamente recomendables dentro de una dieta sana y equilibrada.
Almendras, avellanas, pasas, pistachos, nueces, anacardos, etc. tienen la facilidad de adaptarse a cualquier tipo de plato. Su versatilidad hace que podamos emplearlos en multitud de elaboraciones, añadiendo así a nuestros platos un toque diferente, tanto a los dulces como a los salados.
Los frutos secos tienen múltiples propiedades beneficiosas para la salud
La cocina marroquí es especialista en cocinar con frutos secos. Con ellos se puede preparar des de un cuscús con frutos secos y verduritas hasta un típico tajine de pollo con frutos secos.
Los platos de carne suelen quedar muy bien con este tipo de productos. La típica combinación de pasas y piñones la podemos emplear para cocinar una jugosa pierna de cordero rellena, mientras que con las castañas podemos preparar platos típicamente otoñales, como unas perdices con castañas.
Pero no solo la carne queda bien con los frutos secos. También podemos emplearlos para elaborar platos de pescado, como este rape con salsa de frutos secos.
Las ensaladas también son una buena opción para incluir este tipo de producto en nuestra dieta de forma sencilla. Nada más fácil de preparar que una rica ensalada de queso brie y frutos secos.
En el apartado de postres, los frutos secos también tienen su protagonismo. La repostería es un marco incomparable para trabajar con los frutos secos. Se pueden elaborar multitud de recetas con distintos sabores, texturas y formas, para deleitar a todo tipo de paladares.
Os dejamos algunas recomendaciones para disfrutar de dulces bocados. Eso sí, siempre con moderación, ya que su aporte calórico es considerable: arroz con leche y frutos secos, empanadillas rellenas de manzana y frutos secos, mousse de castañas y tarta de nueces.
¿Cuál es vuestra favorita?
Nuestras diez propuestas
1. Cuscús con frutos secos y verduritas
2. Tajine de pollo con frutos secos
3. Pierna de cordero rellena de pasas y piñones
4. Perdices con castañas
5. Rape con salsa de frutos secos
6. Ensalada de queso brie y frutos secos
7. Arroz con leche y frutos secos
8. Empanadillas rellenas de manzana y frutos secos
9. Mousse de castañas
10. Tarta de nueces
