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Síndrome del shock tóxico por tampones

El síndrome de shock tóxico es causado por una toxina producida por algunos tipos de bacterias estafilococos. Un problema similar, llamado síndrome tóxico similar al shock (TSLS, por sus siglas en inglés), puede ser causado por las bacterias estreptococos. No todas las infecciones por estreptococos o estafilococos causan síndrome de shock tóxico.

Los primeros casos del síndrome de shock tóxico descritos afectaban a mujeres que estaban utilizando tampones durante sus períodos menstruales. Esta enfermedad apareció en los titulares a finales de los años setenta y principios de los ochenta, después de la muerte de varias mujeres jóvenes que usaban una marca de tampón superabsorbente que posteriormente fue retirada del mercado.

Sin embargo, hoy en día menos de la mitad de los casos están asociados al uso de tampones. El síndrome de shock tóxico también puede ocurrir con infecciones cutáneas, quemaduras y después de una cirugía. La afección también puede afectar a niños, mujeres posmenopáusicas y hombres.

Recientemente la prensa ha publicado dos casos de jóvenes que han sufrido este síndrome, una de ellas de 14 años, que se produce, en la mayoría de los casos, cuando se deja el tampón por un periodo de tiempo demasiado largo, lo que ha vuelto a generar polémica por el uso de tampones y su asociación con el síndrome del shock tóxico.

El STS se produce cuando cierto tipo de bacterias se multiplican creando toxinas que luego viajan por el torrente sanguíneo, y desde allí las toxinas pueden saturar al sistema inmunológico que trata de combatirlas. Los síntomas pueden ir desde manifestaciones muy leves hasta poder causar potencialmente la muerte.

Más de un tercio de todos los casos de shock tóxico involucran a mujeres menores de 19 años, y hasta un 30% de las mujeres que han tenido la enfermedad la volverán a padecer de nuevo.

Causado por el olvido.

Parece imposible que alguien se pueda olvidar que se ha colocado un tampón y que no lo ha retirado, sin embargo, no lo es: los pliegues en de la piel y la formación del interior del canal vaginal pueden retenerlos. Muchas veces no es necesario dejarlo allí durante mucho tiempo (en el caso de esta joven fueron sólo 10 horas), pero más de 12 horas pueden ser suficiente.

Los tampones ofrecen el ambiente perfecto para que las bacterias se desarrollen y se multipliquen; por otro lado también pueden lesionar los tejidos que tocan y ocasionar que las bacterias que se formaron entre en conexión con la sangre mucho más rápido. Aunque su fabricación ha sido mejorada y las fibras que se usan hoy en día no son tan absorbentes como al principio, aún son un riesgo.

El uso de tampones hace además que la vagina pierda su habilidad de limpiarse por sí sola, algo que sucede a diario como un mecanismo de defensa que ayuda a eliminar las bacterias.

Hay que recordar además que los tampones son considerados como material sanitario, pero que no están sometidos a procesos de esterilización, por lo cual pueden ser portadores de bacterias u hongos.

Sin embargo la literatura científica existente es escasa y no hay resultados concluyentes al respecto, ya que no todos los casos de shock séptico se deben al uso de tampones y viceversa, por lo que no hay suficiente evidencia que desaconseje su uso.

Recomendaciones a las usuarias de tampones

Dada la situación y ante el hecho de que el uso de tampones es muy frecuente entre las mujeres ya que les permite sentirse más cómodas y seguras durante la menstruación, desde la plataforma ematrona queremos aportar algunas recomendaciones para su uso, ya que tal vez las usuarias  no están al tanto, y es de suma importancia conocerlas para no tener ningún tipo de problemas.

  1. Ofrecer alternativas al uso de tampones: Existen alternativas que son muy eficaces y ante las cuales existen recomendaciones de su uso por parte de las usuarias, como puede ser el uso de la copa menstrual (visita nuestro blog en https://ematrona.com/2016/12/la-copa-menstrual-la-liberacion-la-mujer )
  2. Mantener una correcta higiene de las manos: se debe tener en cuenta que la manipulación del tampón, tanto antes de insertarlo como al retirarlo, puede producir contaminación con bacterias susceptibles de provocar una infección.
  3. No reutilizar el aplicador: Al igual que los tampones, los aplicadores deben usarse una sola vez, ya que al utilizarlos se contaminan de sangre y otros fluidos del cuerpo. Por lo tanto, no debe volver a usarse el mismo dos veces.
  4. Correcta colocación: el hecho de que se pueda sentir el tampón en el cuerpo denota una mala colocación, ya que si está bien posicionado no debe causar ninguna molestia.
  5. Cambiarlo frecuentemente: lo ideal es cambiarlo aproximadamente cada cuatro horas, y si el inicio de su uso es reciente se debería poner algún tipo de recordatorio o alarma para recordarlo, ya que, como hemos indicado anteriormente, puede ser peligroso dejarlo durante mucho tiempo.
  6. Ajustar al tipo de sangrado: durante la menstruación la cantidad de sangre que sale varía según los días; si bien cuando el sangrado es abundante los tampones de gran absorción pueden ser muy útiles, es recomendable que cuando el sangrado vaya cesando se cambie de tampón, ya que éstos aumentan el riesgo de shock séptico.
  7. Usar sólo un tampón cada vez: algunas mujeres utilizan dos tampones si el sangrado es abundante, pero es preferible usar tampones de gran absorción; el uso de dos tampones aumenta el riesgo de no encontrar un hilo y dejar alguno olvidado dentro.
  8. No usar los días previos: hay mujeres que usan tampón los días previos por si aparece la menstruación “de improviso”, e incluso durante días después del cese del sangrado. Esto no parece ser saludable ya que la sequedad de la vagina puede influir en que el tampón provoque molestas e incluso pueda provocar alguna lesión en la mucosa.
  9. Cambiarlo siempre que se tenga oportunidad: aunque no parezca necesario, es recomendable cambiar el tampón si se va al baño. De igual manera se recomienda cambiarlo después de tomar un baño (piscina o donde sea).
  10. Sobre todo nunca olvidar quitarlo: como se ha explicado anteriormente si el tampón permanece mucho tiempo dentro de la vagina aumenta el riesgo de shock séptico
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