Después de escribir el título de este post: Cómo mantengo mi casa organizada con 3 niños, he estado a punto de escribir “No lo hago” y acabar con la publicación ahí mismo.
No es oro todo lo que reluce, y no siempre consigo que todo esté como a mí me gustaría, pero la verdad es que tengo un nivel de organización en casa del que me siento orgullosa, considerando que somos muchos viviendo juntos y cada uno con sus manías.
Antes que nada, déjame admitir que NO soy una persona súper organizada. Me las apaño para que todo fluya, pero no soy organizada de forma natural, es algo que he ido adquiriendo con el tiempo y el esfuerzo.
Entonces, ¿cómo mantengo mi casa organizada con 3 niños a pesar de mi falta natural de habilidades de organización y la capacidad natural de mis hijos para causar desorden?
1. Me deshago de todas las “cosas” adicionales
Mi consejo número uno para cualquier cosa que tenga que ver con el orden en casa, la limpieza o la organización siempre será TENER MENOS COSAS.
Si ya no puedes más con tanto desorden y tu mente necesita mantener la casa organizada con 3 niños, te recomiendo que tu primer objetivo sea quitarte de encima muchas de las cosas que no te sirven.
El hecho es que la mayoría de nosotros tenemos muchas más cosas de las que realmente necesitamos. Cambiar esto debería ser tu objetivo principal.
Piénselo de esta manera: Tener menos significa menos para hacer. Menos para guardar, para organizar, para estresarte. Tener menos significa tener más espacio para respirar, más espacio para ti misma, más tiempo para jugar con tus hijos.
Cómo aceptar “tener menos”
Este proceso de tirar debe comenzar con un cambio de mentalidad. Si no lo haces, puede parecer una tortura. Si empiezas a cambiar tu forma de pensar en los objetos, el espacio y la libertad de “tener menos”, entonces eliminar el exceso de cosas en tu hogar será agradable y posiblemente incluso (en el buen sentido) adictivo.
Una vez viví en una casa desordenada. Los cajones apenas se cerraban, cada armario estaba repleto de ropa y zapatos, y tenía cosas que estuvieron metidas en el armario durante años y años sin tocarlas.
Mi principal problema es mi marido, él pueden tener cosas y cosas guardadas “por si acaso”, por temor a que algún día pueda necesitarlas, os simplemente por el hábito e guardar (no tiene una rutina de tirar nada, así que todo se queda).
Con el tiempo he aprendido a “pasar de sus cosas”, son suyas y mientras estén dentro de su armario o su trastero, hago como que no existen; pero el resto de la casa es de todos y hay que vivir ¡bien!; así que lo que ya no vale, no usamos o no necesitamos, simplemente me desprendo de ello. Lo tiro si es ya inservible o lo doy si puede servir a otras personas (como la ropa).
Hoy en día, yo no diría que soy un minimalista, al menos no en el sentido extremo, pero vivo completamente diferente cuando se trata de “cosas”. Decidí que no iba a ser una esclava de los objetos.
No sé si habéis leído el libro de Marie Kondo: La magia del orden. Aunque no estoy de acuerdo con algunos de los aspectos más espirituales del libro, te recomiendo leerlo, especialmente si tienes la necesidad de un cambio de mentalidad cuando se trata de deshacerte de pertenencias.
Aunque ya estaba decidida y tenía las cosas claras, el libro me ayudó a darme cuenta de la cantidad de “cosas” que me quitaban mi precioso tiempo y espacio. Mis cosas adicionales eran una carga, y estaba lista para dejarlas ir.
Entonces, un día comencé el proceso de eliminación. Solo me quedé con lo que mi familia:
A. Usa de forma habitual
o
B. Me encanta.
Desde entonces hasta hoy, si no usamos algo regularmente o lo adoramos, se va de casa. Es basura, se recicla o se dona. Si tienes más paciencia que yo o si un objeto es valioso, también puede intentar venderlo y sacar algo de dinero.
No permitas que la culpa de aferrarte a objetos innecesarios sea una razón por la que te sientas incómoda en tu propia casa. ¿Es la culpa una buena razón para perder tiempo que podrías disfrutar con tu familia, porque estás ocupada lidiando con todas las “cosas”?
Es posible que también pienses: “¿Qué pasa si necesito esto algún día?” “¡Pero esto es sentimental!” “¡He tenido esto durante un montón de tiempo, no puedo tirarlo ahora!”.
Para mí ahora, no importa qué es, de dónde viene o por qué lo tenemos. Me quedo con mis dos preguntas (¿Alguien en la familia adora esto? ¿Alguien en la familia usa esto?) Y si obtengo dos “No”, sale volando de mi casa, sin miramientos.
¿Pero qué hago con todos los juguetes?
Si tu casa es como la mía, la principal batalla de desorden es con los juguetes.
Como te contaba antes, mi marido tiene su propia forma de pensar y no me parece bien tirar nada que no sea tuyo, sin el permiso del propietario. No es agradable y puede causar conflictos importantes, incluso si sabes que el objeto realmente debería desaparecer.
Dicho esto, solo tú puedes decidir cómo lidiar con el exceso de cosas de tus hijos. Dependiendo de su edad y temperamento, puede ser apropiado que tires o dones solo los juguetes que sabes que ya no usan desde hace tiempo y que no van a echar de menos.
Si no estás segura de si echarán de menos algún juguete, siempre puedes guardarlos en una caja y esconderlos durante unos meses. Si los niños no mencionan los juguetes que faltan, entonces te sentirá mejor al regalarlos. Si los buscan, podrás recuperarlos fácilmente.
Yo no me deshago de sus cosas sin su permiso. En cambio, aproximadamente una vez cada tres meses, revisamos todos sus juguetes juntos y elegimos lo que podemos “dar a otros niños”.
Te sorprenderá lo divertido que puede ser para ellos y lo generosos que pueden ser sin esfuerzo cuando se les da la oportunidad.
Si mis hijos deciden que realmente quieren quedarse con algo, no los presiono. Si pienso que hay algo con lo que no juegan, les pregunto si hace tiempo que no lo usan.
Si la respuesta es si, entonces los aliento (sobre todo a Valeria) para que lo regalen. Si me me dicen que no, lo dejo para el próximo día de “limpieza de trastos”.
Cada vez que pasamos por este proceso, salimos de su habitación con al menos una bolsa llena de juguetes para donar (y generalmente hay algunos juguetes que van directamente a la basura). Pasar por este ciclo de purga cada tres meses más o menos evita que la casa y su habitación se desborde por completo.
Además, al menos en mi casa, generalmente hay un montón de juguetes nuevos que aparecen cada tres meses (cumpleaños, Navidad, regalos inesperados y aleatorios de los abuelos), por lo que es necesario tener una rutina regular de descarte si no queremos acabar viviendo en Toys R Us.
2. Todo tiene un lugar a donde ir
Después de deshacerte de todo lo que no necesitas, el siguiente paso es asegurarte de que todo lo que hayas guardado tenga su sitio dentro de tu casa. Si no tiene un lugar a donde ir, ¿dónde terminará? La respuesta es: en cualquier sitio y en todas partes.
Una vez que tengas menos cosas, es más fácil asignar un lugar correcto para cada elemento. No necesitas sistemas de organización súper especiales.
Me gusta mantener una organización simple, sin comerme mucho la cabeza.
Los libros van en la librería del pasillo o en las lejas de las habitaciones, la ropa en el armario, todo el material relacionado con el cole en una cajonera, los juguetes en su estantería y su contenedor.
Inevitablemente, mientras Valeria sea pequeña, los juguetes viajan por toda la casa.
La cocina de juguete acaba en la cocina real porque mi hija quiere cocinar conmigo. Los animales de peluche acaban en la mesa del salón, porque ha montado un juego de veterinarios para curarlos.
Una vez al día (normalmente antes de que los niños se acuesten), intento que todo vuelva a su sitio. A veces hago esto más de una vez y a veces no lo hago porque no me da la vida. Pero el caso es que todo tiene un lugar a donde ir. Esto es muy importante para tener la casa organizada con 3 niños.
Anima a los niños a participar
Además de mis esfuerzos, también animo a mis hijos a poner las cosas en el lugar al que pertenecen. Tienen que aprender a limpiar y ordenar por sí mismos, deben sentirse responsables de sus propias cosas y necesitan sentirse orgullosos del trabajo que hacen manteniendo limpio su espacio.
¿Esto significa que la habitación de mi hija suele estar ordenada? Mmm no. Absolutamente no.
Le insisto en que cuando se toma su tiempo para guardar las cosas, tiene más espacio para jugar y es más probable que encuentre lo que quiere la próxima vez que vayan a buscar.
De vez en cuando, me sorprende organizando sus juguetes sin necesidad de que se lo pida. La mayoría de las veces, yo lo haría de otro modo, pero me siento orgullosa de que muestre iniciativa, y me ayuda a tener la casa organizada con 3 niños.
3. Me concentro en áreas que me están volviendo loca
Recientemente, empecé un nuevo plan de alimentación que me obligó a probar nuevas recetas y cocinar en casa más que nunca. La cocina extra y las nuevas recetas significaron que necesitaba tener a mano todo tipo de ingredientes diferentes. De repente, mi despensa se quedó demasiado pequeña. Me frustraba a diario mientras buscaba en las especias y las bolsas para encontrar lo que estaba buscando.
De vez en cuando, por una razón u otra, un área de la casa comienza a volverme loca de esta manera. A veces es el armario de los zapatos, a veces un cajón aleatorio. Lo abordo según sea necesario. En este caso, la despensa se convirtió en una prioridad. Tiré algunas cosas, pero la mayoría de lo que había, iba a necesitarlo, lo que significaba que tenía que resolver el problema.
Afortunadamente, tenemos es cosa increíble llamada Amazon en nuestras vidas y encontré la solución a este problema con bastante rapidez.
Si tienes ciertos lugares en casa que te llevan loca, afróntalo lo primero. Si hay un cajón que no puedes soportar ni mirar, ponte con él. Empieza por deshacerte de lo que no necesitas, luego decide si lo que queda puede colocarse en otro sitio.
Si pertenece a ese cajón, manténlo allí. Una vez que hayas determinado lo que se quedará en ese cajón en el futuro, organízalo.
Crea un sistema que sea fácil de seguir incluso cuando te sientas con pocas ganas o tengas prisa. No lo hagas demasiado difícil. Esta es una de mis premisas para mantener mi casa organizada con 3 niños.
También debes tener en cuenta si es un sitio a la que los niños tienen acceso, lo que me lleva al siguiente punto…
4. Acepto que cierta cantidad de caos es NORMAL
Por mucho que a veces deje que mi cordura sea la razón de la purga y la organización, también me doy cuenta de que para preservar completamente la cordura, necesito dejar ir algunas cosas.
Por ejemplo, los cajones de la cómoda de mis hijos. Solía doblar meticulosamente su ropa después de lavarla, organizar los calcetines o las braguitas en pequeños grupos ordenados y colocarlos perfectamente en sus respectivos lugares.
Y luego, un día, mis hijos eran lo suficientemente mayores como para elegir sus propios modelitos y sacar las prendas que necesitaban.
De repente, los cajones que pasé tanto tiempo ordenando, eran un desastre constante.
La única forma en que podría mantenerlos como a mí me gustaban habría sido reorganizar constantemente, y probablemente habría implicado muchos gritos frustrados.
Elegí una ruta diferente, dejé de intentarlo.
Ahora, todo lo que hago es doblar ligeramente su ropa, dejarla en montones sobre la mesa del salón y ellos la llevan a sus cajones y la organizan “a su gusto”. Lo que sucede después de eso, ha dejado de preocuparme.
Porque, ¿a quién le importa? Aparte de mí, por supuesto. Literalmente, nadie mira esos cajones excepto yo y los niños, y obviamente no les importa mucho el orden dentro de ellos. Mientras la ropa esté en los cajones y no en el suelo o encima de sus camas, ellos saben que yo seré feliz.
No me importa cómo estén los cajones por dentro. Simplemente no es una batalla que tenga ganas de pelear en este momento. No es importante y es mejor para mi cordura (y probablemente para todos los demás) dejarlo pasar.
Todos pasamos por diferentes momentos en la vida. Por mucho que me encantaría vivir en una casa modelo, mi casa es el hogar de cinco personas, tres de ellas niños.
El propósito de mi casa es ser un hogar. Un hogar donde habrá desorden, diversión, caos y risas, y tres niños creciendo.
Esta parte de mi vida preciosa y loca en la que estoy ahora, no me permite tener una casa perfectamente organizada con 3 niños. Así son las cosas. Si eres madre de niños pequeños (o incluso niños no tan pequeños), probablemente estés igual que yo.
Dejar de preocuparte por la perfección y renunciar a tenerlo todo como oro en paño, te permite mantener ordenadas las áreas más importantes.
Estoy más preocupada por las cosas de los cajones que uso todos los días, que por como se ve de bonito el cajón de las bragas de mi hija. Priorizar ciertos lugares evita que quieras rasgarte las vestiduras. Toda la casa no puede ser una prioridad, al menos yo no puedo hacer de todo una prioridad si quiero mantener cuerda mi salud mental.
La idea es: el orden en casa es bueno; obsesionarse con la perfección no lo es. Todos tenemos que encontrar el equilibrio adecuado para nosotros.
Resumen
Para recapitular y resumir, deshazte de lo que no necesitas o no adoras, encuentra un lugar para lo que sea que decidas guardar, aborda las áreas de tu casa que te vuelven loca a medida que avanzas y acepta que siempre habrá algo de caos mientras tus hijos vivan en tu casa.
Algún día, podrás mantener tu casa tan ordenada como quieras. Por ahora, mantén las cosas tan ordenadas como sea necesario para que te sientas cómoda, pero no tan ordenado como para pasar todo tu tiempo organizando cuando deberías vivir la vida.
¿Qué consejos tienes para mantener tu casa organizada con 3 niños… o los que sean?
Soy Lourdes Picó, aunque mis amigos me llaman Lou. Soy Enfermera de Maternidad, y Mamá de tres maravillosas fieras. Cabezona (mucho), muy muy optimista y extremadamente trabajadora. Me chifla el chocolate y adoro disfrutar de mi familia. Puedes pasarte por la bio si quieres saber más sobre mí.
