Con un poco de ingenio, este horno puede ser mucho más que un versátil instrumento de cocina, útil tanto para tareas de higiene, conservación y bricolaje
Fuente: Eric Santaona
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Sí, con el microondas se pueden hacer cosas mucho más creativas que calentar el café con leche por las mañanas, derretir la cera de depilar, descongelar el pan o hacer palomitas de maíz. Se trata de un invento que aunque centrado en la cocina, tecnológicamente tiene muchas más posibilidades. Veamos a continuación unas cuantas, aunque se pueden enumerar muchas más. Es cuestión de algo de ciencia y mucha imaginación.
1. Desinfectar estropajos
No es broma: la mayoría de los expertos en seguridad alimentariainciden en que no es suficiente con el gel de lavar platos para asegurarnos totalmente de que un estropajo o un trapo están correctamente higienizados para usarlos de nuevo, ya que hay bacterias muy resistentes. La mejor solución es poner el estropajo húmedo en el microondas a máxima potencia durante minuto y medio. El vapor generado acabará con todos los gérmenes, incluidos los más duros.
2. Limpiar utensilios de madera
Algo similar pasa con los utensilios de madera que usamos en la cocina: no basta con lavarlos y frotarlos con gel tras usarlos, pues son porosos y acumulan agua con gérmenes. Pero en el lavavajillas disminuyen mucho su vida útil. La solución está en el microondas: tras lavar con gel y aclarar la madera, la ponemos en el microondas unos minutos a máxima potencia y así la esterilizaremos debidamente sin estropearla.
3. Esterilizar tarros de vidrio
El microondas es un instrumento de sobras conocido por muchos padres y madres, que lo utilizan para esterilizar biberones, pero este uso se puede extender a todo tipo de tarros de cristal -y a algunos de plástico- que queramos guardar esterilizados. Basta con llenar los tarros con agua y calentarnos hasta que esta hierva.
Si los vamos a dejar sin uso por largo tiempo, o bien si vamos a guardar en ellos algún elemento seco a temperatura natural, la esterilización puede ahorrarnos ulteriores contaminaciones.
4. Hacer conservas vegetales
Aprovechando la esterilización, podemos también aprovechar el microondas para ahorrarnos el hervido de los tarros de conservas naturales vegetales. Para ello nos bastaría con llenar de agua y sal el tarro con el alimento a conservar y después meterlo en el microondas a máxima temperatura hasta que el agua arranque el hervor.
5. Secar plantas aromáticas
Plantas como el cilantro, el peregil, el orégano, el romero, etc., basan su aroma en aceites olorosos que se encuentran en glándulas. La mejor forma de conservarlas si las tenemos frescas y no queremos que se nos estropeen, es quitarles el agua de los tejidos. Para ello las lavaremos y extenderemos sobre un papel de cocina para meter el conjunto en el microondas, donde les aplicaremos tres minutos a máxima temperatura. Las extraeremos secas y así podremos desmenuzarlas y guardarlas en un tarro. Obviamente, si el tarro ha sido antes esterilizado en el microondas, mucho mejor.
6. Hacer espuma para capuccinos
Obtener la característica espuma de leche de los capuccinos es mucho más sencillo de lo que crees. Te bastará un tarro limpio y un microondas. En el tarro vertemos un poco de leche, tapamos y agitamos hasta obtener una mezcla espumosa. Una vez la tenemos, destapamos el tarro y lo ponemos un minuto al máximo en el microondas. Obtendremos una espuma densa que podremos utilizar para nuestro café con leche.
7. Hacer bacon crujiente sin usar aceite
Uno de los problemas para los amantes del tocino crujiente es la cantidad de grasa de la loncha, que se une a la del aceite con que se fríe. Una solución menos calórica es colocar las lonchas encima de un plato sopero invertido, poner un papel de cocina encima y colocar el invento en el microondas, donde aplicaremos un minuto de ondas a la máxima potencia. Tendremos bacon crujiente y seco para nuestro desayuno inglés.
8. Cortar cebollas sin llorar
El truco consiste en cortar una cebolla en dos mitades y meterla en el microondas 30 segundos a máxima potencia. El resultado es que el tejido no se altera pero se liberan todos los vaporesirritantes y se puede picar la cebolla sin problemas. Parece una tontería pero es un truco de extendida aplicación en las cocinas profesionales de todo el mundo.
9. Regenerar la tierra de las macetas
Si tenemos una maceta donde queremos arrancar la planta existente y plantar una nueva, una buena idea puede ser repartir la tierra un poco húmeda en platos y meterlos en el microondas durante unos minutos. Conseguiremos esterilizarla y por tanto regenerarla para que la nueva planta no sea atacada por hongos o esporas de parásitos que afectaban a la anterior.
10. Pelar tomates sin tener que escaldarlos
Otro truco de cocinero: se hace un corte en forma de cruz en la zona del tallo del fruto y se calientan en el microondas con una tapa encima durante dos minutos. Una vez enfriados, se podrán pelar sin mayor problema.
11. Recuperar la sal y el azúcar apelmazados
Es muy común que tanto la sal como el azúcar queden apelmazados por la humedad. Una buena solución para liberarlos es aplicarles el calor seco del microondas durante unos 20 segundos a máxima potencia, que hará que se evapore el agua de los cristales sin afectar a la estructura de los mismos.
12. Reciclar velas viejas
Una solución cuando tenemos muchos restos de velas y queremos aprovecharlos, es juntarlos todos en un recipiente para microondas y llevarlos a su temperatura de fusión. Una vez la cera esté líquida, podemos verterla en un tarro donde antes habremos colocado una vela fina en su centro para que podamos usarla de mecha. Si lo deseamos, podemos añadir a la cera fundida algún tipo de esencia aromática. Cuando se enfríe la cera, tendremos una nueva vela.