Escrito por Por La Redacción 3 agosto, 2021/Foto: retomada de redes sociales
Ciudad de México.- Elisa Xolalpa, una mujer campesina de un pueblo originario de Xochimilco, fue víctima en 2001 de un intento de feminicidio por parte de su expareja, quien le aventó ácido en el cuerpo y la torturó repetidas veces. 20 años después, aún espera que el Poder Judicial de la Ciudad le garantice justicia.
Elisa es una mujer campesina, chinampera, de San Luis Tlaxialtemalco, un pueblo originario de Xochimilco, en la Ciudad de México. En noviembre de 2001, su expareja, Javier Edilberto “N”, le aventó ácido en el cuerpo, provocándole lesiones graves en 40 por ciento de su cuerpo. Este sería el colofón de una serie de agresiones y torturas que Elisa vivió con su agresor, quien buscaba, según sus propias palabras: “tirar su cuerpo a los canales para que nadie la encontrara”, de acuerdo con distintas tarjetas de información difundidas por el Grupo de Acompañamiento “Todas somos Elisa”.
Cuando ocurrió la agresión con ácido, Elisa tenía 18 años de edad. Estuvo tres meses “debatiéndose entre la vida y la muerte” y pasó cinco años en tratamientos quirúrgicos, bajo el cuidado y la manutención de sus familiares.
Elisa denunció los hechos ante la Fiscalía desconcentrada de la alcaldía Benito Juárez, donde se integró la averiguación previa FDALVARO/43/USD01/00200/2001-11, pero no se le dio seguimiento.
Ante el temor constante de que su agresor la encontrara y cumpliera su amenaza, durante 2005, 2008, 2011 y 2015 Elisa acudió a distintas instancias de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para saber, sin resultados, qué pasó con su denuncia.
De acuerdo con el Grupo de Acompañamiento, si bien su agresor huyó de la comunidad, la familia de éste se ha encargado de agredir, intimidar, hostigar e incluso fabricar delitos contra Elisa y su familia. Esto bajo “la complicidad e inacción de las autoridades”.
Sin lograr justicia durante 18 años, en 2019 el agresor de Elisa volvió y la amenazó de terminar lo que había iniciado en 2001. Frente a ello, Elisa inició una denuncia por amenazas, lo que derivó en febrero de este 2021 en la detención de su agresor, por parte de la Fiscalía de Violencia Familiar, y la integración de una carpeta de investigación pero sólo por el delito de violencia familiar derivado de la amenaza, no de las agresiones previas.
Una vez vinculado a proceso en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente por el delito de violencia familiar, Javier Edilberto “N” solicitó continuar su proceso en libertad, lo cual le fue negado. El 31 de mayo de este año, el Grupo de Acompañamiento emitió una alerta urgente para denunciar que, a raíz de la detención del agresor, la familia de éste incrementó las amenazas y el hostigamiento contra Elisa y su familia.
Si bien Elisa ha acudido a distintas instancias de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para localizar la averiguación previa de 2001, la autoridad judicial no le ha brindado información. Aunque Elisa tenía una constancia de dicha denuncia y un informe de la Dirección de Consultas de Antecedentes Registrales en la que se da cuenta que la averiguación previa fue turnada a la Fiscalía Desconcentrada de Álvaro Obregón, ninguna instancia quiso responder al respecto.
Actualmente, la defensa de Elisa busca que, además del delito de violencia familiar ocurrida en 2019, el Poder Judicial de la Ciudad de México analice el ataque con ácido ocurrido en 2001 y se juzgue el caso como tentativa de homicidio.
Este 2 de agosto se llevaría a cabo una audiencia en el Reclusorio Oriente pero ésta se postergó para el próximo 18 de agosto.