
La aportación de Letitia Mumford Geer al mundo de la medicina fue sumamente importante. Ya que, antes se utilizaban otras jeringas de tipo más rudimentario y la innovación de su nuevo modelo fue, principalmente, que se podía usar con una sola mano.

Letitia Mumford Geer nació en 1852 en Nueva York, Estados Unidos, de sus padres George Warren Geer y Cornelia Matilda Geer. Tenía cuatro hermanos y vivió en Nueva York la mayor parte de su vida. Esta enfermera inventó una jeringa rectal mejorada que permitía la aplicación con una sola mano.
La aportación de Letitia Munford Geer al mundo de la ciencia médica fue, sin duda, de un gran valor. Si bien es cierto que antes ya se usaban otras jeringuillas de tipo más rudimentario, la innovación de su nuevo modelo fue, principalmente, que se podía usar con una sola mano, algo que facilitaba mucho el trabajo de un médico. La cuestión de cómo inyectar sustancias en el cuerpo humano -medicamentos o anestesias– y de cómo sustraerlas para analizarlas, quedó solventada a partir de 1899 gracias a la jeringa de esta inventora.

El 11 de abril de 1899, su patente fue aprobada con el número de publicación ‘US622848A’. En la solicitud de patente, ella indica cómo se va a usar: “El operador inserta la boquilla en el recto y sujeta el cilindro colocando los dedos de la misma mano en el brazo rígido del mango. El mango está en una posición alejada del cilindro antes de inyectar el medicamento. La extensión evita que los dedos se deslicen del brazo rígido. El mango puede colocarse en una posición cercana al cilindro mientras se inyecta el medicamento con el uso de una mano, lo que permite al operador usar la jeringa sobre sí mismo sin la ayuda de un asistente«.
Su invento no ha podido ser superado ni mejorado (técnicamente hablando, no en lo referente a los materiales, en los que sin duda ha habido evoluciones importante).
De esta enfermera e inventora se sabe muy poco. Hay registros de censos estadounidenses que dejan constancia de que nació en Nueva York en 1853 y que tuvo tres hermanos. Según esos documentos, murió el 18 de julio de 1935 en Nueva York…Se sabe, en cambio, mucho más de su invento, descrito como una “jeringa de una mano”. Vale la pena preguntarnos ¿por qué?, ¿Cómo no sabemos mucho más de esta mujer? ¿Cómo no se difunde su historia? La poca información también es un tema para hablar, como se encuentra tan poco de esta persona, que “casualmente” es una mujer.