El chequeo anual puede evitar muchos problemas y enfermedades, así como detectar cualquier anormalidad al inicio y mientras es fácilmente tratable.
Por: Enrique FlintGinecólogo .- Ginecólogo de la Clínica San Felipe, miembro de la Academia Peruana de Cirugía, la Sociedad Americana de Laparoscopía Ginecológica, la Sociedad Americana de Ginecología y Obstetricia y miembro Fundador de la Sección Perú de la Sociedad Americana de Ginecología y Obstetricia.
El título es ambicioso, pero en realidad lo que busco en este artículo es que conozcan las cosas más importantes sobre los chequeos ginecológicos, que sepan cuáles son las cosas básicas que hay que chequear, desde qué edad se inician los chequeos, cada cuánto hay que hacerlos y hasta qué edad son necesarios.
¿A qué edad se va por primera vez al ginecólogo?
Hoy en día se considera adecuado que la primera consulta con el ginecólogo sea entre los 13 y 15 años. En esa consulta normalmente no se hace un examen ginecológico completo, sino uno externo para ver el desarrollo de las características sexuales de la niña, y se conversa con ella para saber cómo le está yendo -por ejemplo- con el periodo menstrual: si es regular, si hay dolor cuando viene, etc. Se ve también si ha recibido sus vacunas, entre ellas, la del Virus del Papiloma Humano, que la protege contra el cáncer de cuello uterino.
Esa consulta es importante porque establece un lazo entre el médico y la adolescente, la cual debe sentir que tiene a alguien a quién consultar las dudas y preocupaciones que a veces no quiere compartir con los papás, y que puede guiarla para no cometer errores en el futuro.
¿Cuáles son los principales chequeos que se hacen?
A partir de la primera relación sexual, la mujer debería comenzar a ir a sus consultas, mínimo una vez al año. En esos chequeos se hace el examen de mamas y ginecológico. También una ecografía.
Las consultas sirven no solo para ver que no haya dolencias, sino también para orientar a la paciente sobre prevención de enfermedades de transmisión sexual y de embarazos no deseados.
Y los Papanicolaous (PAP)
Deben iniciarse a los 21 años, independientemente de si la paciente refiere relaciones sexuales o la edad en que las haya iniciado. Si se hacen en una institución altamente confiable pueden realizarse cada tres años si los resultados son normales. Si no es una institución de avanzada tecnología y altamente confiable, hágase el examen en forma anual. Si lo hace cada 3 años, igual acuda a su cita anual con el ginecólogo para evaluar los otros órganos.
A partir de los 30 años, tiene una opción más moderna y segura para prevenir el cáncer de cuello uterino, que es hacer simultáneamente el Papanicolaou y la prueba de detección del Virus del Papiloma Humano de alto riesgo (la más usada se llama “COBAS”). Si el PAP sale normal y la prueba de COBAS es negativa, ya no tiene que repetirla hasta 5 años después.
Estos estudios se hacen hasta los 65 años, siempre y cuando en los 10 anteriores los resultados hayan sido normales.
Las mamografías
Lo ideal es iniciarlas a los 40 años y luego hacerlas anualmente hasta al menos los 75. En algunos centros se piensa que se puede comenzar más tarde (a los 45) y hacerlas cada dos años, pero en mi opinión es mejor el esquema temprano y anual.
Algo muy importante es elegir un buen centro para realizarse el examen. La mamografía requiere de equipos de alta calidad y personal muy bien capacitado tanto para la toma de las placas como para la interpretación de los resultados. Cuando estemos buscando un lugar para hacerla, debemos priorizar la calidad, no el precio.
¿Qué se evalúa en la consulta anual?
Normalmente el ginecólogo le hará una serie de preguntas para saber su estado general y si tiene problemas de dolor, (que pueden estar relacionados a la vida sexual, a la regla, etc.), si tiene sangrados irregulares o excesivos, problemas con la orina, etc.
Luego el examen debe incluir siempre una evaluación de las mamas, con inspección y palpación, tanto de las mamas como de zonas axilares buscando ganglios.
Luego se ven los genitales externos, se pone el espéculo para descartar problemas de infecciones íntimas o problemas en el cuello del útero, y se hace el tacto vaginal, que es la palpación del útero y de los anexos. Si el médico tiene un ecógrafo a la mano (que es lo ideal ya que este equipo forma parte imprescindible en la consulta ginecológica moderna) procede con una ecografía para evaluar al detalle el útero y los ovarios.
¿Se hacen algunas otras evaluaciones?
Claro que sí, dependiendo de la edad y de las condiciones de la paciente.
En mujeres mayores de 50 años y que estén entrando a la menopausia o ya en ella, hay que hacer evaluaciones para prevenir tanto la osteoporosis como los problemas cardiovasculares.
Es bueno recordar que mientras la mujer es joven, los estrógenos la protegen enormemente de tener problemas cardiovasculares (infartos, aumento del colesterol, arteriosclerosis, etc.) pero que una vez llegada la menopausia, empieza a sufrirlos en el mismo porcentaje que los varones. Entonces tenemos que darles indicaciones tanto de dieta sana, ejercicios y ocasionalmente medicación.
En relación a la osteoporosis, la densitometría es el examen que nos ayuda a diagnosticarla, tanto si está instalada como si está en una fase previa (osteopenia), y de esta manera podemos iniciar tratamientos. En pacientes de bajo riesgo podemos pedirla a partir de los 65 años, pero si hay factores de riesgo se puede comenzar antes. Estos factores son múltiples, por ejemplo, tratamientos largos con corticoides, pacientes inmovilizadas, muy delgadas, con problemas de mala nutrición, con enfermedades metabólicas, etc.
Conclusiones
El chequeo anual puede evitar muchos problemas y enfermedades, así como detectar cualquier anormalidad al inicio y mientras es fácilmente tratable. No descuide su salud. Si siente que algo no está bien, que no es como normalmente se ve o se siente, consulte con su médico.