¡Hola! Ahora que ya os he hecho partícipes de mi segundo embarazo, toca empezar a contar las vivencias de estos 9 meses. Y hoy quiero contar la que más me ha preocupado hasta el momento (espero que no haya más la verdad).

Estaba de 8 semanas y unos días cuando, al salir de la ducha fui al baño y tiré flujo marrón. Para que os hagáis una idea, era similar al flujo de los últimos días de la menstruación… Me asusté (y mucho). En el embarazo de #lapequeñaE no manché en ningún momento y no tuve ninguna molestia, de hecho solo noté sueño, ya está.

Y ahí estaba yo sentada en la taza del váter mirando el papel higiénico. Tardé unos segundos en reaccionar y lo primero que hice fue llamar a Miguel y decirle que nos íbamos a urgencias. Porque… ¿Era eso normal? ¿Le iba a pasar algo malo al bebé? Lo mejor era responder todas las preguntas.

Una vez en urgencias

Nos presentamos en el Hospital. Os juro que yo solo tenía ganas de llorar. Solo tuvimos que esperar 10 minutos para volver a hacer el recorrido que hice hace 2 años y 7 meses para tener a #lapequeñaE. Esta vez con un miedo distinto y con mucha preocupación.

Al llegar a la zona de urgencias maternales, nos separamos. Miguel no me podía acompañar. Mis ganas de llorar aumentaron, menos mal que no se hicieron de rogar y al momento me llamaron. Primero me atendió una matrona. Llevaba la cartilla del embarazo, pero pasó de ella y me hizo una serie de preguntas:

¿Cuántos años tienes?
¿De cuánto estás?
¿Qué te ha pasado?
¿Has tenido otros embarazos? ¿Cómo fue? ¿Y el parto?
¿Algún aborto?

Y todo este interrogatorio mientras me tomaba la tensión y tenía un termómetro en el sobaco. La tensión bien y la temperatura perfecta. Vuelta a la sala de espera.

Aún no me había sentado cuando me llamó la ginecóloga. Me tocó volver a contar la historia. A parte del tema manchas le comenté que durante este segundo embarazo noto más pinchazos y molestias en el vientre (dolorcillos parecidos a cuando se está esperando la regla).

Por fin me hizo pasar a una sala para que me quitará las braguitas (llevaba vestido), me iba a hacer una ecografía vaginal.

Me senté. Lo primero que hizo fue la Maniobra de Valsalva. Es una técnica que en el caso de las embarazadas se realiza para comprobar si hay rotura de bolsa. No tenía restos de sangrado activo ni después de la prueba, eso era buena señal.

Tras esto, me hizo la ecografía. Os pongo en situación. Yo abierta de piernas, la ginecóloga con la pantalla hacia ella. Yo no podía ver nada de nada. Y a mi lado una matrona cogiéndome la mano y preguntándome cómo estaba, si estaba nerviosa, de cuánto estaba…

Ganas de llorar al 100%, pero ¿qué situación era esa?

La ginecóloga empezó a decir que el feto medía 17 mm, que la bolsa se veía bien, que había movimiento del feto y frecuencia cardíaca positiva.

Y la cara de todo el mundo cambió

Con esos datos la matrona sonrió. Ya no me cogía de la mano. La ginecóloga, por su parte, me giró el monitor para que pudiera ver al bebé. Fue breve, ni siquiera pude escuchar su corazoncito. Me dijo que estaba bien y que no me preocupara. Me podía vestir.

Al salir me dijo que debía estar 15 días de reposo relativo. Nada de esfuerzos, de largos paseos, nada de coger a #lapequeñaE en brazos y nada de relaciones sexuales.

El susto me llegó cuando al tener la hoja del alta me vi en diagnóstico principal: AMENAZA DE ABORTO.

Blanca, así me quedé y le pregunté y me dijo que tiene que catalogar cada visita de una forma, que no me preocupara que siguiera el reposo relativo, pero que estaba todo bien.

Menuda gracia.

Tras esto, hablé con varias amigas que han tenido bebés y me dijeron que ellas también mancharon en alguna ocasión. Respiré.

Unos días después fui a la matrona y me dijo que manchar marrón era algo habitual en los embarazos, pero que hice bien yendo a Urgencias porque siempre es mejor estar tranquila que quedarse con el miedo. Pero que dentro de “lo normal”, también puede ser una señal de que algo va mal. Así que si os pasa, mejor no dudéis e id al hospital para que os vea un ginecólogo.

¿Qué provoca ese flujo marrón?

Normalmente es provocado por la expulsión de sangre retenida
Esta pérdida puede coincidir con la fecha en que se tendría el periodo menstrual. Hay muchas mujeres que si, por ejemplo, les venía la regla el 15 de cada mes, manchen un poco aunque estén embarazadas.
Tras haber mantenido relaciones sexuales o después de un reconocimiento pélvico, se puede tener flujo marrón ya que el cuello uterino presenta mayor sensibilidad (esto se debe a los cambios que se está experimentando en el organismo)
Puede ser debido al desprendimiento del huevo en la pared uterina. En este caso suelen recetar progesterona para que se vuelva a “enganchar” en la pared.

¿Cuándo hay que preocuparse?

Cuando son varios días seguidos.
Si el flujo es rojo.
Cuando el flujo va acompañado de fuerte dolor en el bajo vientre.
Si hay vómitos/náuseas.

Como ya os he dicho lo mejor es ir a que te vea un especialista. Por supuesto tras mi visita me quedé más tranquila, pero aún sigo algo “obsesionada” con mirar el papel higiénico por si acaso… Tras esa pérdida he tenido 2 más, pero ha sido menos cantidad, esas dos veces no fui a Urgencias.

El pasado lunes tuve ecografía y me dijeron que todo se veía bien y que cuente 15 días tras la última pérdida para poder hacer vida “normal”, aunque mi reposo relativo ha sido un poco raro, todo hay que decirlo.

Pero en fin, cada vez queda menos para entrar en el segundo trimestre y respirar un poco más tranquila…

¿Has tenido una experiencia similar?