Cada 6 de abril, México conmemora la heroica defensa del suelo nacional en Caborca, Sonora, ante la
invasión perpetrada por un ejército de filibusteros (piratas) norteamericanos en abril de 1857. Un
suceso histórico para Sonora y para México.
En esa época, la larga frontera común con Estados Unidos era constante fuente de problemas para
México. El aumento de la población en la nación norteamericana, su desarrollo económico y los
intereses políticos hacían sentir a los estadounidenses no solo la necesidad, sino el derecho a la
expansión. La adquisición de Texas, California y Nuevo México no había sido suficiente.
Los
expansionistas tenían sus ojos puestos en los abundantes recursos agrícolas, mineros y comerciales de
Sonora. La intervención norteamericana de 1847 les había permitido conocer la falta de cohesión
nacional, el gran distanciamiento entre los estados y el poder central, la falta de recursos y el continuo
enfrentamiento entre los grupos opositores de la época.
Todos estos factores alimentaron la codicia de personajes como Henry Alexander Crabb, abogado
originario de Tennessee que había sido miembro del Senado del estado de California y que en 1857
llegó a Caborca al mando de un centenar de filibusteros, con la supuesta intención de “apoyar al pueblo
sonorense, que le había pedido su ayuda para independizarse de México”. En realidad, su intención
era anexar el estado de Sonora a Estados Unidos.
Lo que hoy conocemos como Gesta Heroica de Caborca se desarrolló entre el 1 y el 6 de abril de 1857.
El ejército invasor, compuesto por hombres con experiencia militar y bien equipados, ingresó a
territorio nacional por Sonoyta. Llegaron al poblado por lo que hoy es la calle Gómez Morín, y los
combates se iniciaron en las cercanías del templo de la Purísima Concepción en la mañana del 1 de
abril. Caborca contaba entonces con unos 300 habitantes, entre indígenas pápagos, pimas, mestizos,
criollos y blancos. La resistencia estuvo a cargo de unos 200 soldados mexicanos venidos del cuartel de
Altar al mando del capitán Lorenzo Rodríguez. Fueron apoyados valerosamente por los habitantes de
Caborca y por vecinos de poblaciones cercanas, tanto indígenas como blancos.
De acuerdo con la crónica local, el indígena pápago Luis Núñez atacó con flechas incendiarias el
depósito de dinamita de los filibusteros, haciéndolo explotar, lo que disminuyó en mucho la capacidad
bélica de los invasores. No obstante, la lucha se extendió por varios días. Los defensores rodearon el
pueblo y realizaron un asedio de 3 a 4 días contra los estadounidenses. Crabb se había fortificado con
sus hombres en la iglesia, pero, ante la superioridad numérica de los defensores, finalmente se rindió
el 6 de abril. En la mañana siguiente, Crabb y todos los invasores fueron fusilados, salvo un joven de 17
años a quien le fue perdonada la vida.
Por estos hechos heroicos, en 1923, el Congreso del Estado de Sonora declaró el 6 de abril como día
de fiesta en el estado. Posteriormente, por las mismas razones, en 1948 se le añadió oficialmente el
calificativo “Heroica” al nombre de la ciudad de Caborca. En 2020, el Congreso del Estado declaró el 6
de abril como Día Estatal de la Gesta Heroica de la Ciudad de Caborca, Sonora.
Fuentes:
Nava, Melvin. La batalla de Caborca (6 de abril de 1857). Publicado el 17 de diciembre de 2014 en l’historia.com.
http://www.lhistoria.com/mexico/batalla-de-caborca
Suárez Argüello, Ana Rosa. (1988). El interés expansionista norteamericano en Sonora (1848-1861). Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de
México, año 11, vol. 11, enero. UNAM
