La rutina escolar puede ser muy pesada para nuestros hijos… ¡Evita que se vuelva una carga estudiando con ellos!
Acudir a clases, para nuestros hijos, significa sentarse frente a un pizarrón durante gran parte del día, hacer tareas y, sobre todo, estudiar. Esta actividad puede, en lugar de ayudarlos, ponerlos nerviosos y hacerlos fallar.
Evitar que las horas de estudio se vuelvan una actividad tediosa depende mucho de nosotros como padres. Estudiar con nuestros hijos significa acompañarlos en su educación.
Los consejos que te presentamos aquí pueden ayudarte a conseguirlo:
1) SIEMPRE AL PENDIENTE DE SU DESEMPEÑO
Antes de sentarte a estudiar con tus hijos, entérate de cómo van en la escuela. Esto te dará un panorama general de las materias o áreas que se les dificultan.
2) ADECÚA UN ESPACIO IDEAL
Procura que sea luminoso, cómodo y elimina cualquier fuente de distracción.
3) IDENTIFICA LOS TEMAS QUE SE LES DIFICULTAN
En cada materia debe haber algo en particular que le impide avanzar; reconoce esos temas y enfócate en ellos.
4) REINVENTA
Es muy posible que sea la forma de enseñar de los maestros lo que dificulta el aprendizaje de tus hijos. Busca la forma de hacer más atractivo su estudio y básate en ella para otras áreas.
5) ESTABLECE HORARIOS
Tampoco se trata de pasarse todo el día frente a un libro. Divide el día de tus hijos y repártelo entre el tiempo de estudio con periodos descanso.
La fatiga puede impedir la concentración y minar sus esfuerzos por estudiar.
6) CREA UN SISTEMA DE RECOMPENSAS
Usa el ocio a tu favor; dales la oportunidad de salir a la calle a jugar o de estar en la computadora una vez que la sesión de estudio haya terminado con éxito.
7) CONSTANCIA
Estudiar con tus hijos no debe limitarse a época de exámenes. Sentarte con ellos y repasar regularmente mantendrá frescos los conocimientos.
8) SI NO SABES ALGO, BUSCA AYUDA
Siempre está la posibilidad de que haya algún tema que nunca dominamos, o que se nos olvidó. Si es así, un profesor particular es la mejor opción.
El estudio no debe ser visto como algo frustrante, sino como una manera de reforzar lo que ya se tiene aprendido, o de dominar lo que se nos dificulta.
