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Por Ser Saludable

Estos medicamentos pueden reducir el dolor, pero aumentan en un 60 % el riesgo de mortalidad

Análisis escrito por Dr. Joseph MercolaDatos comprobados22 de Mayo, 2022

HISTORIA EN BREVE

  • La gabapentina y la pregabalina se utilizan para el tratamiento de la epilepsia y los trastornos de dolor neuropático. La pregabalina, como la Lyrica, también se receta en Europa para tratar la ansiedad, así como la fibromialgia en los Estados Unidos
  • Investigaciones recientes vinculan a los gabapentinoides con un riesgo hasta 26 % mayor de comportamientos suicidas y de muerte por suicidio; un aumento del 24 % en el riesgo de sobredosis involuntaria; un incremento del 22 % en el riesgo de lesiones en la cabeza o en el cuerpo por accidentes; cerca de un 13 % más en el riesgo de infracciones o accidentes de tránsito y un incremento del 4 % en el riesgo de delitos violentos
  • De los dos gabapentinoides, la pregabalina (la cual es la más reciente) fue claramente la peor, ya que representó la mayoría de estos efectos adversos, mientras que la gabapentina (un fármaco con mayor antigüedad) no mostró “riesgos estadísticamente significativos”
  • Una investigación publicada en el 2017 demostró que el uso simultáneo de gabapentina y opioides incrementó el riesgo de muerte hasta un 60 % por encima del riesgo asociado con cualquiera de las sustancias por sí solas
  • La tasa de suicidios en los Estados Unidos se encuentra ahora en una cifra récord en los últimos 20 años, habiendo aumentado en todos los sectores etarios hasta un 30 % entre el 2000 y 2016. Entre los nativos americanos y los nativos de Alaska, la tasa de suicidios entre 1999 y el 2017 aumentó hasta un 139 % en mujeres y un 71 % en hombres

Las tasas de suicidio han alcanzado un nivel sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial, y existen numerosas razones diferentes. Uno de los factores a menudo ignorados es la influencia que muchos medicamentos tienen sobre la estabilidad mental.


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Los antidepresivos son quizás los más conocidos en este punto, pero el comportamiento violento y el suicidio también son efectos secundarios de otros medicamentos.

Recientemente, investigadores suecos han vinculado a los gabapentinoides, un tipo de analgésico no opioide, con “conductas suicidas, sobredosis no intencional, lesiones, accidentes de tránsito y delitos violentos”.1

Los gabapentinoides principales son la gabapentina y la pregabalina, los cuales se utilizan para el tratamiento de la epilepsia y los trastornos de dolor neuropático. La pregabalina, como la Lyrica (la cual se asocia mucho con la adicción y el abuso), también se receta para tratar la ansiedad en Europa, así como la fibromialgia en los Estados Unidos.2,3

Este tipo de medicamentos se posicionó entre los 15 medicamentos más vendidos del 2016 a nivel mundial.4

Los gabapentinoides son análogos estructurales del ácido γ-amino butírico (GABA) que bloquean selectivamente los canales de calcio voltaje dependientes.5 Sus efectos secundarios más comunes incluyen: mareos, fatiga, trastornos visuales y dificultades mentales.6 Sin embargo, estos medicamentos también se han relacionado con un riesgo significativamente mayor de comportamiento suicida.

Los gabapentinoides se han vinculado con peligros graves, incluyendo el suicidio

El estudio, publicado en la revista BMJ en abril del 2019, examinó los datos de 191 973 residentes suecos a los que se les recetaron gabapentinoides entre el 2006 y 2013.7,8

En ese momento, el 5.2 % recibió tratamiento por inclinaciones suicidas o murió por suicidio; el 8.9 % sufrió una sobredosis involuntaria, el 6.3 % estuvo involucrado en un accidente o recibió infracciones de tránsito; el 36.7 % recibió tratamiento por algún tipo de lesión en la cabeza o en el cuerpo a causa de un accidente, mientras que el 4.1 % fue arrestado por un delito violento.

Los investigadores concluyeron que el tratamiento con gabapentinoides se asociaba con:

  • Un aumento del 26 % en el riesgo de comportamientos suicidas y de muerte por suicidio
  • Un aumento del 24 % en el riesgo de sufrir una sobredosis involuntaria
  • Un aumento del 22 % en el riesgo de lesiones en la cabeza o en el cuerpo por un accidente
  • Un aumento del 13 % en el riesgo de infracciones de tránsito o accidentes
  • Un aumento del 4 % en el riesgo de delitos violentos

De los dos gabapentinoides, la pregabalina, la cual es la más reciente, fue claramente la peor, ya que representó la mayoría de estos efectos adversos, mientras que la gabapentina, un fármaco con mayor antigüedad, no mostró “riesgos estadísticamente significativos”.9

Estratificados por edad, los riesgos asociados con estos medicamentos fueron los más elevados entre aquellos que tenían 15 y 24 años, mientras que los riesgos dependían de la dosis; cuanto mayor sea la dosis, más grande será el riesgo. Según los autores:10

“Este estudio sugiere que los gabapentinoides se encuentran asociados con un mayor riesgo de comportamiento suicida, sobredosis no intencional, lesiones en la cabeza o en el cuerpo e incidentes y delitos de tránsito. La pregabalina se asoció con un mayor riesgo de obtener estos resultados que la gabapentina».

Como suele ser el caso, se han evidenciado los riesgos asociados con este tipo de medicamentos por el aumento de su uso. El Dr. Derek K. Tracy, del hospital de Queen Mary, le mencionó a Reuters lo siguiente:11

«Aunque no está claro por qué el uso de gabapentinoides ha crecido con tanta rapidez, anecdóticamente parece que numerosos médicos lo consideran efectivo y con un perfil de efectos secundarios muy limitado.

A medida que encontramos mayor información a lo largo de los años, resulta evidente que este no es el caso, y más recientemente se ha observado un intento de contrarrestar la reducción de su uso a medida que su daño se hizo más prominente.

También es más claro que algunas personas han creado una dependencia («adictos») a los gabapentinoides, aunque todavía no existe información sobre dicha recurrencia o sobre qué grupos de personas podrían ser más vulnerables a dichos medicamentos».

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El uso simultáneo de opioides aumenta los riesgos

Los opiáceos por sí solos se encuentran asociados con un alto riesgo de muerte por sobredosis involuntaria, pero al combinarse con otros medicamentos, el riesgo aumenta significativamente.

Según el estudio del BMJ, la investigación publicada en el 2017 demostró que el uso simultáneo de gabapentina y opioides incrementó el riesgo de muerte hasta un 60 % por encima del riesgo asociado con cualquiera de las sustancias por sí solas.12,13

El uso simultáneo de opioides y benzodiacepinas o «benzos», como el Valium, Ativan, Klonopin y Xanax, los cuales se recetan ampliamente para tratar la ansiedad y el insomnio, también aumentan significativamente el riesgo de muerte.

Una investigación publicada en la revista JAMA en el 2018 encontró que, durante los primeros 90 días de uso simultáneo, el riesgo de sobredosis mortal aumento hasta cinco veces, en comparación con el consumo de opioides. Entre los días 91 y 180, el riesgo continuaba casi duplicándose, después del cual el riesgo disminuyo, lo que se asemeja a consumir un opioide por sí solo.14,15

El estudio también encontró que mientras más médicos se encontraban involucrados en la atención del paciente, mayor era el riesgo de sufrir una sobredosis, un hallazgo que resalta la falta de comunicación entre aquellos que recetan medicamentos para un mismo paciente, así como el claro peligro de los mismos.

El suicidio alcanzó una cifra récord en los últimos 20 años

La influencia de los medicamentos en el riesgo de suicidio es una consideración bastante importante, ya que las tasas de suicidio han aumentado dramáticamente en los últimos años.

Según las últimas estadísticas publicadas en la edición de JAMA de junio del 2019, la tasa de suicidios en los Estados Unidos ha alcanzado una cifra récord en los últimos 20 años, habiendo aumentado en todos los grupos etarios hasta un 30 % entre el 2000 y 2016.16,17

En abril de 2022, esas cifras se ajustaron para reflejar un aumento del 35 %, lo que hizo que las tasas de suicidio fueran las más altas en 50 años.18

Paradójicamente, las tasas de suicidio en todo el país cayeron repentinamente un 2,1 % en 2019, justo antes de la pandemia de COVID-19, pero una mirada más profunda a la demografía mostró que las tasas solo bajaron entre los blancos. De hecho, aumentaron o se mantuvieron estables entre los grupos raciales/étnicos no blancos. El declive continuó en el primer año de la pandemia,19 pero solo por un período corto y solo entre ciertos grupos demográficos.

Al informar sobre un análisis de los CDC correspondiente a la pandemia, la revista U.S. News & World Report dijo que un grupo que experimentó un aumento alarmante a mediados del verano de 2020 fue el de las niñas adolescentes, el cual tuvo “un 26 % más alto en el verano de 2020 y casi un 51 % más alto a principios de 2021, en comparación con períodos de referencia en 2019.” Otro grupo que enfrentó un aumento alarmante fue el de las personas negras, cuyas cifras “parecieron duplicarse en comparación con un período previo a la pandemia”.

Históricamente, se ha observado un aumento particularmente pronunciado en grupos como los nativos americanos y los nativos de Alaska, ya que la tasa de suicidios entre 1999 y el 2017 aumentó hasta un 139 % en mujeres y un 71 % en hombres, al igual que en adolescentes y niños particularmente.20

Entre el 2014 y 2017, la tasa de suicidio entre adolescentes aumentó hasta un 10 % por año. Aquí también encontramos una clara discrepancia entre géneros, ya que la tasa anual de suicidio en adolescentes varones, de 15 a 19 años de edad, aumento hasta un 14 % entre el 2015 y 2017, mientras que la tasa anual de suicidio entre mujeres aumentó hasta un 8 % entre el 2000 y 2017.

Oren Miron, investigador principal e investigador asociado de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, le mencionó al sitio web Medicinenet.com lo siguiente:21 «Realmente es un aumento sin precedentes. Podríamos retroceder décadas y no encontraríamos un aumento tan pronunciado». Miron atribuye este aumento a dos fuentes principales: el abuso de opioides y las redes sociales.

Según Miron:

«La agresión se ha vuelto mucho más sencilla. Las aplicaciones son cada vez más inteligentes al proporcionar anonimato y ocultar la actividad a los adultos. Los padres y maestros deben considerar que las tasas han alcanzado su nivel más alto registrado, y tanto los niños como las niñas necesitan mayor atención».

Principales contribuyentes del suicidio en adolescentes

La psicóloga clínica y especialista en prevención del suicidio, Pamela Cantor, quien no participó en ninguno de los estudios mencionados, le explicó al sitio web Medicinenet.com que «los niños se encuentran ‘intensamente programados’ para obtener logros y tienen poco tiempo para disfrutar de su juventud».

Otras influencias identificadas por Cantor, las cuales pueden aumentar el riesgo de suicidio, incluyen las siguientes:

  • Inestabilidad familiar
  • Presión social
  • «Los padres intentan crear un camino sin problemas e inhabilitan la capacidad de resolución de problemas de sus hijos cuando se enfrentan con este tipo de situaciones»
  • Exposición a violencia, incluyendo tiroteos en las escuelas y «expresiones de odio socialmente sancionadas»
  • Mayor disponibilidad de drogas, alcohol y armas

Suicidio entre poblaciones indígenas

Entre los nativos americanos, se cree que el sorprendente aumento de suicidios se encuentra relacionado con el incremento de las tasas de pobreza,22 menores logros educativos y las altas tasas de alcoholismo.23 Entre las mujeres, el aumento extraordinario de suicidios se debe al incremento inusual de las tasas de violencia.

Según el Indian Law Resource Center: «Más de 4 de cada 5 mujeres indígenas americanas y nativas de Alaska han sufrido violencia, mientras que más de 1 de cada 2 han sufrido violencia sexual».24

Las mujeres nativas de Alaska muestran la tasa de violencia doméstica más elevada de todos los grupos en los Estados Unidos, la cual es 10 veces mayor que en el resto de los Estados Unidos. La tasa de homicidios de mujeres indígenas también es 10 veces mayor que el promedio nacional.25

La discriminación racial empeora la tragedia, ya que la mayoría de estas mujeres nunca reciben ningún tipo de justicia. Según lo informado por el Indian Law Resource Center:

“Durante más de 35 años, la ley de los Estados Unidos ha despojado a las naciones indígenas de toda autoridad criminal sobre los no indígenas.

Como resultado, hasta que se produjeron cambios recientes en la ley, las naciones indígenas no podían procesar a las personas no indígenas, quienes, según los informes, cometen la gran mayoría (96 %) de violencia sexual contra las mujeres nativas.

Actualmente, el Census Bureau informa que los no indígenas conforman el 76 % de la población en tierras indígenas y el 68 % de la población en las aldeas nativas de Alaska. Muchas mujeres nativas se han casado con no indígenas.

Sin embargo, es inaceptable que una persona no indígena que decide casarse con estas mujeres, viva en su reserva y cometa actos de violencia doméstica en su contra, ya que no puede ser procesado penalmente por ninguna nación indígena y nunca será procesado por cualquier gobierno».

Los niños cuyos padres utilizan opioides tienen un mayor riesgo de suicidio

En otras noticias, investigaciones recientes demuestran que los niños y adolescentes cuyos padres utilizan opioides muestran el doble de riesgo de suicidio (0.37 % en comparación con el 0.14 %) que aquellos cuyos padres no utilizan dichas sustancias.26

En un comunicado de prensa, el autor principal, el Dr. Robert Gibbons, profesor de bioestadística y director del Centro de Estadísticas de Salud de la Universidad de Chicago, declaró lo siguiente:27

“Creemos que es muy probable la existencia del vínculo porque el abuso de sustancias por parte de los padres es un factor de riesgo conocido para los intentos de suicidio de los hijos.

Además, la depresión y los intentos de suicidio por parte de los padres, los cuales son conocidos por su relación con el comportamiento suicida de sus descendientes, son más comunes entre los adultos que abusan de opioides».

El Dr. David A. Brent, coautor, psiquiatra y presidente de los estudios de suicidio en la Universidad de Pittsburgh, comentó los siguientes resultados:28

“Estos hallazgos demuestran que el uso de opioides por parte de uno o de los dos padres duplica el riesgo de comportamiento suicida de sus hijos. Las epidemias de abuso de opiáceos en adultos y el comportamiento suicida infantil parecen estar vinculados, mientras que las tendencias preocupantes del incremento en la mortalidad por los opiáceos y el suicidio infantil pueden tener raíces comunes».

¿Cómo identificar las tendencias suicidas?

Si algún conocido ha sufrido recientemente algún tipo de dificultad, o si ha notado algún cambio en el comportamiento, ¿cómo se puede saber cuándo el estrés o la tristeza ha progresado a un nivel potencialmente suicida? Además de los comentarios directos o «evasivos» acerca de quitarse la vida, algunas de las señales de advertencia que señalan un alto riesgo de autolesión incluyen las siguientes:29

Adquirir un armaAcumulación de medicamentosSin planes para el futuro
Orden en los asuntosHacer o cambiar un testamento, escribir sobre desesperanza o suicidioRegalar pertenencias personales sin motivo aparente
Remendar quejasComprobación de pólizas de seguroRetiro social
Cambios de humor repentinosUso frecuente o creciente de drogas o alcoholParticipar en conductas de riesgo

Si considera que algún conocido tiene tendencias suicidas, no lo deje solo. Una persona que parece suicida necesita ayuda profesional inmediata. Ayude a buscar ayuda inmediata de un médico o de la sala de emergencias del hospital más cercano, también puede comunicarse a la línea de emergencias de su país. Elimine el acceso a armas de fuego u otros posibles artículos para el suicidio, incluyendo el acceso no supervisado a medicamentos.

Si vive en los Estados Unidos y se siente desesperado o experimenta pensamientos suicidas, comuníquese a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio, al número gratuito 1-800-273-TALK (8255), o al 911, También puede visitar el servicio de urgencias del hospital más cercano.

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