El Instituto Nacional Electoral (INE) estableció en su calendario que las campañas partirán el 1 de marzo y terminarán el 29 de mayo.
Sheinbaum iniciará su campaña en “su casa”, el Zócalo de la Ciudad de México, entidad gobernada por su partido y donde fue jefa de Gobierno, llevó a cabo sus diferentes actos de pre campaña y tiene un electorado duro y aliado.
Gálvez, arrancará en Guanajuato, un estado gobernado por el Partido Acción Nacional (PAN) desde hace 32 años, conocido por ser conservador y donde cerró su pre campaña.
A punto de definirse la próxima presidencia se comienzan a vislumbrar posibles obstáculos para el ejercicio del cargo.
No hay que olvidar que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) se identifica a la violencia política contra las mujeres en razón de género como toda acción u omisión, incluida la tolerancia, basada en elementos de género, que tenga por objeto limitar, anular o menoscabar el ejercicio de los derechos políticos y electorales de las mujeres, el acceso al pleno ejercicio de las atribuciones inherentes a su cargo, el libre desarrollo de la función pública.
La violencia política contra las mujeres puede expresarse, entre otras, a través de limitar o negar arbitrariamente el uso de cualquier recurso o atribución inherente al cargo político que ocupa la mujer, impidiendo el ejercicio del cargo en condiciones de igualdad.
Y sin duda esta violencia está y estará presente en la contienda electoral. Daré un ejemplo.
Para la próxima presidenta, primera mujer presidenta, los recursos ya están etiquetados y, con ellos, limitados.
El proyecto político del sexenio de AMLO ha comprometido, desde el inicio de su sexenio y en este último tramo, costosos proyectos y muchos sin concluir.
Una investigación publicada por la Revista Proceso y retomada de la agencia AP, señala que la próxima presidenta encontrará al país con “una montaña de compromisos financieros” que exigirá que nuevos ajustes fiscales en 2025.
Por ejemplo, debido a propuestas como la jubilación de los trabajadores con el salario íntegro, ¿de dónde se sacará el dinero para pagar esa jubilación? Además, la próxima presidenta tendrá que terminar las obras inconclusas como refinerías, el servicio ferroviario, el Tren Maya, entre otros.
Es decir que, aunque aún no han llegado al cargo ya tienen limitado el presupuesto que podrán ejercer, tienen comprometidos los recursos con los que deberían decidir el proyecto político que regirá su sexenio.
Sumado a ello también se encuentra la existencia de grupos políticos que tratan de preservar su poder e influencia y bloquear a sus adversarios. O bien, un solo político que tiene gran influencia sobre las decisiones de su cargo.
Es decir, que aunque el cargo quedé en manos de mujeres, hay mayor control masculino, con formas autoritarias y caciquiles de ejercer el poder. Lo anterior provoca violencia en contra de las mujeres que transgreden dichas normas.
Cómo señala ONU Mujeres, “las cúpulas de los partidos están integradas mayoritariamente por hombres que favorecen las carreras políticas de quienes son parte de su círculo cercano y que suelen ser también hombres. Los líderes partidistas no apoyan las candidaturas de mujeres que alzan la voz o las de quienes no pueden manipular fácilmente”.
Uno de los principales obstáculos para el ejercicio de sus derechos político-electorales es la violencia política contra las mujeres en razón de género y si, se expresa limitando los recursos para gobernar y también desde el control que los hombres tienen sobre ellas.
