¡Un terrible error! Nos han enseñado que llegar a lo más alto de la cumbre, haber conseguido un título universitario, una maestría, un doctorado, un nombramiento, fama o reconocimiento es haber alcanzado el verdadero éxito.
Todo ello tiene un gran valor y sacrificio. Lamentablemente las personas aun recibiendo todos estos honores y aplausos se sienten vacías, sin enfoque, estancadas y sin rumbo. Con una gran falta de propósito. No se sienten exitosas puesto que el reconocimiento no lo es todo. En el camino han dejado al cónyuge, a los hijos, padres o algún otro familiar o amigo, sus sueños y anhelos. Se atiende un área y se descuida otra.
Vivir exitosamente es cumplir el propósito para el cual fuimos diseñados.
Es caminar diariamente encontrándole sentido a lo que hacemos, provocando un impacto positivo en otras personas. Seguramente te preguntarás: ¿Qué tengo qué hacer para vivir exitosamente? ¡Aléjate de los enemigos del éxito! Aléjate de la inacción.
No está mal que te prepares académicamente pues el conocimiento te aleja de la ignorancia y sienta las bases para encontrar una dirección correcta hacia dónde dirigirnos pero, tomar acción en lo más importante te hará sentir plena y satisfecha, además de poder dejar un excelente legado para tus futuras generaciones. Poco a poco, un paso a la vez.
Recuerdo la historia de Will Smith, un actor estadounidense y productor de cine y televisión. Su padre derribó una pared de su negocio y le dijo a él y a su hermano que le ayudaran a construir una pared mucho más grande. Ellos expresaron que jamás terminarían esa pared, era demasiado para ellos. El padre les encargó que cada día cuando llegaran de la escuela iban a pegar sólo un ladrillo, pero tenía que ser el mejor, un trabajo excelente. Les remarcó que no pensaran en la pared sino en el ladrillo. Ellos lo hicieron de esa manera y al cabo de un año y medio la pared fue terminada. El padre llamó a sus hijos, los abrazó y les dijo: “Nunca más vuelvan a decir que no se puede”.
Todo comienza con un ladrillo. El mejor, bien colocado, con los mejores materiales, bien hecho, dando el máximo esfuerzo.
¿Cuál es la pared que tienes que derribar y comenzar a construir una más grande? ¿Has pensado que es demasiado y que jamás lo lograrás? Si ves la pared completa te vas a desesperar y sentirás que jamás lo lograrás. ¿Cuál es el primer ladrillo que tienes que pegar ahora?
Para will Smith y su hermano fue una lección que cambió sus vidas. Desde entonces no sólo creen que se puede, sino que ponen manos a la obra. Se trata de dejar la inacción a un lado y comenzar a hacer cosas; a estirarnos, levantarnos de la cama y ponernos en movimiento. Bien lo dice nuestro diseñador “Fe sin obras es fe muerta” (Santiago. 2:17); en otras palabras, si trabajas duro y no crees que lo lograrás, no sucederá nada o si por el contrario sólo crees y no mueves un dedo, esto tampoco hará que logres lo que te has propuesto.
No es lo mismo creer que eres una persona exitosa a realmente serlo. Eres diseñada para ello, naciste para caminar exitosamente todos los días de tu vida.
El llegar a la cumbre no te hace exitoso, pero sí cada paso caminando hacia ella. Pensemos en los atletas en los juegos olímpicos, ¿acaso son perdedores los que no ganan la medalla? ¡Por supuesto que no! Cuando vemos competir a los corredores, nadadores, futbolistas, etc. los vemos exitosos, no pensamos que son personas perezosas, flojas e indisciplinadas. Son personas que llegaron ahí no porque se quedaron en la cama después de sonar la alarma, son personas que tuvieran ganas o no, se levantaron de mañana a entrenar, a ejercitarse. Se alimentaron bien, comenzaron a dormir bien, cuidaron su salud, vieron a lo lejos y dijeron: ¡Un día yo estaré ahí, pero para lograrlo comenzaré el día de hoy! ¡Hoy comienza mi triunfo, hoy me convierto en una persona exitosa! ¡hoy se comienzan a cumplir mis sueños! Y después de creer y ponerse en acción, lo lograron.
La inacción te conduce a la pereza, la frustración, el desánimo, a la depresión y a la ansiedad, con lo cual te conviertes en una persona discapacitada. Ya no puedes concentrarte en lo importante, te desenfocas, te alteras, estallas y tomas decisiones equivocadas que terminan afectándote para toda la vida, así como a tus futuras generaciones, pero ¿sabes qué? Todo esto puede parar si tan sólo sales de la cama ahora, dejas de rascarte la pancita o la cabeza y das el primer paso, ponerte en movimiento y comenzar a colocar el primer ladrillo. ¡Un ladrillo a la vez!
Nuestro diseñador nos dice en El manual del fabricante que el alma del perezoso desea y nada alcanza (Proverbios 13:4). El perezoso tiene algo bueno “Tiene deseos” y en eso tú y yo nos parecemos, todos deseamos algo: lograr cosas, cumplir sueños, tener éxito en la vida, etc. La diferencia es que el perezoso no hace algo y tu y yo sí. Como personas exitosas nos levantamos y tomamos ACCIÓN y así es como quiero que te veas, que te proyectes, como una persona que no sólo piensa y desea, sino que pone manos a la obra, que comienza, que avanza, que si se cae se levanta, que no se rinde, que aprende de cualquier error, resbalón o caída y aun del dolor por alguna pérdida en el camino o por el arduo trabajo; pues como bien sabemos, sin dolor no hay crecimiento.
En el camino hacia el éxito se experimenta dolor y bastante esfuerzo, pero al acompañar todo esto con la fe, nos hacemos fuertes para vencer cada obstáculo y pasar al siguiente nivel, hacia donde tu diseñador te quiere llevar.
Las personas exitosas no nacen, se hacen. Naciste para ser exitosa, esto quiere decir que en el camino te vas convirtiendo en una persona exitosa, paso a paso, un día a la vez.
Cada nuevo amanecer es una nueva oportunidad que nos da nuestro diseñador como una muestra de su gran amor hacia nosotros, su diseño. Nadie confía más en ti, que él mismo. El te formó y puso su sello sobre ti: “el sello del Éxito”. Vivir de acuerdo con tu diseño original, vivir con propósito.
Consejos prácticos para alejarte de la inacción y caminar en el éxito:
- Ten en mente lo que quieres. Imprime una imagen que te lo recuerde y pégala en tu habitación.
- ¡Decide comenzar ahora! Hoy es lo más seguro que tienes y el recurso a tu alcance pues el mañana o el después aún no llega.
- Enfócate en el primer paso. Una meta al día, un pequeño avance, bien hecho y con determinación. Da todo de ti. Hazlo con excelencia.
- Haz un trabajo hormiga. Nunca te rindas. Cada día estarás más cerca de la meta.
- Levántate cada vez que te caigas o sientas que ya no puedes. Tu fuerza está en el buen ánimo, en pensar positivo,. Esto te traerá fe y la fe acompañada de acción es lo que hará que cumplas tus sueños y camines cada día exitosamente.
- Cuando te hayas puesto en acción, anima a otros a hacerlo pues con ello estarás impactando vidas, rescatando a más personas de la pereza y sumando gente a la lista de los exitosos.
¡Dile No a la inacción y sí al éxito!
Recuerda la historia de Will Smith, todo comienza con un ladrillo. El mejor, bien colocado, con los mejores materiales, bien hecho, dando el máximo esfuerzo.
“El éxito es la fuente de inspiración de tu diseño. Tu forma tiene sonido de triunfo”
(Dora Ortiz)
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- Dora Ortiz de Olivas
- Terapeuta Familiar/Conferencista
- Locutora del programa radial “Mujer con Propósito”
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