Image default
MUJER Y TRABAJONoti-Mujer

Las mujeres tienen menos tiempo libre, no son simples ideas tuyas

Hasta hace poco, las cosas eran más claras: el lugar de la mujer era el hogar, encargándose de las tareas domésticas y de los niños, mientras el hombre salía, trabajaba y traía el sustento del hogar.

Fuente: https://www.enamorando.me/

Lentamente, todo fue cambiando. La mujer se sumó al mundo laboral, tenían un trabajo fuera de la casa.

Mucho se ha hablado al respecto: a los tradicionalistas no les gusta nada la idea, porque consideran que la mujer es insustituible y única en el hogar. En cambio, otros interpretaban que se trataba de un significativo paso para la liberación de la mujer y la obtención de un papel igualitario frente al hombre.

Sin tomar partido por ninguna de las opciones, una de las preguntas que ahora mucha gente se hace es: ¿realmente el trabajo rentado fuera de la casa libera a la mujer? ¿Es un avance en cuanto a la igualdad entre el hombre y la mujer?


¿Liberadas u oprimidas?

Hablar de feminismo e igualdad en el campo laboral es extremadamente importante, tanto que el tiempo libre, lo que ocurre fuera del horario de trabajo, ha pasado a un segundo plano.

Sin embargo, ese pequeño olvido puede encerrar la clave para entender algo que no han tenido en cuenta los que están a favor del trabajo de la mujer fuera del hogar.

De hecho, muchos piensan que el trabajo de la mujer a la par del hombre no significa un paso positivo hacia su liberación, sino que, muy por el contrario, es un nuevo yugo en el cual ella cae.

¿Es posible esto?


La clave



El tiempo libre, considerándolo el que queda fuera del trabajo rentado fuera del hogar, es un factor que nos puede ayudar a analizar la diferencia de los roles sociales y la situación de la mujer y el hombre frente a sí mismos.

El ocio en general, con las actividades que implica como leer, hacer deportes, practicar actividades deportivas, estudiar o tener hobbys y todos los etcéteras posibles, está disponible para los que quieran dedicarle su tiempo.

La pregunta clave es: ¿hombres y mujeres tienen iguales posibilidades de disfrutar su tiempo libre?

¿Qué hacen ellas y ellos al salir del trabajo? ¿Los dos “se liberan” en ese momento para hacer lo que quieran? ¿ O hay un desbalance en ese momento?

Trabajos sin valor



En los últimos tiempos, la mujer y el hombre tienen más horas de tiempo de ocio que a lo largo de toda la historia. Es más fácil conseguir los alimentos (no es necesario cazar o recolectar para conseguirlo, lo tenemos todo a la manos en una cómoda góndola de supermercado), el agua la tenemos simplemente girando una canilla, no necesitamos leña para tener calor y luz (simplemente oprimiendo un botón o subiendo una llave tenemos todo el confort que necesitemos).

Así, el tiempo luego del trabajo pasa a ser directamente de descanso y de relax, de hacer algo diferente al trabajo.

Pero en este punto se plantea una gran diferencia entre la mujer y el hombre.

Del trabajo, a más trabajo



Hay un aspecto cultural sumamente importante: la mujer ha estado subordinada económicamente al hombre, lo que afecta su actitud hacia el ocio, así como su acceso a él.

Así, persiste aún la idea que es ella la que debe hacerse cargo de todas las tareas del hogar y de la crianza de los niños. Esto se ve como algo normal, así que aunque la mujer haya trabajado ocho horas, al igual que su esposo, al llegar a casa pasa a realizar las tareas.

En la sociedad que vivimos, el dinero que resulta de una labor determina y mide su valor y por ello, el trabajo que se realiza en el hogar se valora muchísimo menos y de hecho, no se le cuantifica económicamente.

Las mujeres, entonces, viven en una dualidad: tienen la esfera laboral, a la par del hombre y la de ama de casa, exclusiva de ellas. Hay algo que resulta categórico: la mayoría de las mujeres que trabajan fuera de casa, vuelven de su trabajo remunerado para continuar con las tareas domésticas. Así, gran parte de “su tiempo de ocio” es en realidad un tiempo del “otro trabajo”, el no pago e invisible del hogar. El ocio y el disfrute pasa a estar en el lugar último de sus posibilidades.

Los números



¿Los hombres y las mujeres tienen igual tiempo para sus actividades y para sus ratos de ocio?

Un estudio realizado en el Reino Unido ha concluido que las mujeres tienen cinco horas menos de tiempo libre a la semana, en comparación con los hombres: 38 contra 43.

Aunque esta investigación se ha realizado en un lugar específico, no dista mucho de lo que se verifica en la mayoría de los países (de hecho, quizás en algunos de ellos la brecha sea mucho mayor).

Además de la ya dicha diferencia generada en el tiempo libre, se agrega otra tanto o más importante: muchas veces, la mujer trabaja más veces que sus colegas masculinos, simplemente porque al ser mujer su trabajo es observado más de cerca… y a veces, con paga menor ( aunque ese ya es otro problema).

Pero indudablemente las tareas domésticas son las que hacen la gran diferencia: cuidar a los niños, limpiar el hogar, cocinar, hacer las compras, cuidar a los adultos mayores y todo el sinfín de aspectos que implica el hogar, hacen que la mujer deba renunciar a leer, ver televisión, hacer deportes, escuchar música o tener alguna actividad que sea de su gusto.

Un dato muy preocupante es que quince años atrás, la mujer disponía de más tiempo libre que hoy, pero con cada generación el tiempo se reduce. Si tienes, digamos, 30 años, compara tu tiempo libre con una amiga de 45 o 50 y verás la diferencia.

Parejas disparejas



Ante esta situación, cabe la pregunta: ¿cuál es la solución?

Si eres una mujer sin pareja o madre soltera, debes apoyarte en tu familia para poder cumplir con todo lo que debes hacer.

Obviamente, si estás en pareja, este apoyo debe ser tu pareja. Si él es de los que llega a casa y se echa a esperar la cena y que todo se haga por tus manos, es la hora de cambiar. No refuerces la comodidad masculina “natural” y plantea un cambio de hábitos, basado en algo muy lógico (ya que a ellos tanto les gusta la lógica: si trabajas la misma cantidad de horas, es lógico dividirse las tareas del hogar, de una forma lo más equitativa posible para ambos.

En ningún caso te creas una súper heroína y que debes hacer todo: tarde o temprano eso te pasará una factura física y mental.

Otro error muy común es no aceptar que no todos trabajarán o harán las cosas tan bien como lo haces tú. Acostúmbrate a aceptar las diferencias y a que todo no quede tan perfecto como lo deseas.

Si bien el estudio habla de 5 horas de diferencia, puede ser 2, 3 o 10: lo importante es que, si tienen un compañero, puedan compartir las cargas. El trabajo hecho entre dos también será otro motivo de unión.

Y si sobra tiempo libre, podrán destinar un poco a disfrutarlo en pareja. Una solución en la que todos ganan.

FacebooktwitterrssyoutubemailFacebooktwitterrssyoutubemail

twittermailtwittermail

Artículos Relacionados

Stephanie Salas ya piensa en el retiro para seguir su más grande sueño

admin2

Luis Miguel dedica romántico momento a Paloma Cuevas; en pleno show, ¡le declaró su amor!

admin2

CEVICHE NEGRO PICOSITO

admin2